Hace un par de años se me ocurrió la maravillosa idea de comprar una máquina de hacer algodón de azúcar, sí, así es. Me dije: por qué tener que esperar a la feria de cada año para comer algodón de azúcar como si tuviera 10 años en lugar de 30?
Habéis visto alguna vez un algodón tan grande?? |
Bueno, que me desvío del tema. La relación que tiene esto con el post de hoy es que la primera vez que me puse a hacer algodón de azúcar me di cuenta de que había un problema: era blanco!!!. Diréis: qué bobada, si lo importante es el sabor, y al fin y al cabo el algodón de azúcar no es más que eso, azúcar. Qué queréis que os diga, a mí no me sabía igual que el de las ferias y estaba convencida de que era por la falta de color :-D
No sé ni si tenía internet en casa por aquella época... el caso es que surgió la idea brillante sin necesidad de recurrir a google: por qué no hacer azúcar de colores casera? tenía azúcar y tenía colorantes alimentarios líquidos (el típico pack que venden en los supermercados, 3 botecitos con los colores básicos: azul, rojo y amarillo), podría conseguirlo?
Pues sí, efectivamente, con unas gotas de colorante rojo, azúcar blanco y un recipiente de plástico con tapa, conseguí azúcar rosa!!!
Tan simple como poner el azúcar en un recipiente de plástico, añadir unas gotas de colorante, cerrar y agitar para distribuir el color :-)
Y así fue como conseguí mi algodón de azúcar rosa, jeje
Bueno, pues volviendo a la Recup' (o recuperación o re-utilización de cosas que ya no se pueden usar para lo que fueron concebidas inicialmente, para entendernos), pensé que podría hacer lo mismo con un poco de sal gorda, y utilizarla como base en tarros de cristal en los que luego colocar flores secas, velas o lo que sea.
Y manos a la obra: sal gorda, los mismos colorantes alimentarios (líquidos!) que usé para el algodón de azúcar, unos tarros de cristal y una bolsa de congelados para mezclar sal y colorantes (por innovar un poco, y controlar mejor el meneo necesario para la distribución del color).
Para calcular la cantidad de sal necesaria, primero la eché en el tarro hasta la zona donde quería que llegara, después la puse en la bolsa de congelados y le añadí los colorantes. Hay que cerrar bien la bolsa y agitar enérgicamente unos segundos, coge el color enseguida.
Para uno de los 2 tarros, mezclé amarillo y azul y quedó un aguamarina muy chulo, en el otro quería conseguir morado pero quedó más bien azulado.
Como veis, en uno puse unos capullos secos de rosas blancas, y el otro lo utilizaré de portavelas, creo que le pondré algún otro adorno porque queda un poco soso, ya os enseñaré el resultado final.
Si tenéis más ideas de decoración con tarros de colores, contadme, que tengo muchos vacíos a la espera de ser "tuneados"!
Besos y ánimo que ya estamos pasando el ecuador de la semana, ya queda menos para el finde!!!
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