Hace un par de años se me ocurrió la maravillosa idea de comprar una máquina de hacer algodón de azúcar, sí, así es. Me dije: por qué tener que esperar a la feria de cada año para comer algodón de azúcar como si tuviera 10 años en lugar de 30?
Habéis visto alguna vez un algodón tan grande?? |
Bueno, que me desvío del tema. La relación que tiene esto con el post de hoy es que la primera vez que me puse a hacer algodón de azúcar me di cuenta de que había un problema: era blanco!!!. Diréis: qué bobada, si lo importante es el sabor, y al fin y al cabo el algodón de azúcar no es más que eso, azúcar. Qué queréis que os diga, a mí no me sabía igual que el de las ferias y estaba convencida de que era por la falta de color :-D
No sé ni si tenía internet en casa por aquella época... el caso es que surgió la idea brillante sin necesidad de recurrir a google: por qué no hacer azúcar de colores casera? tenía azúcar y tenía colorantes alimentarios líquidos (el típico pack que venden en los supermercados, 3 botecitos con los colores básicos: azul, rojo y amarillo), podría conseguirlo?
Pues sí, efectivamente, con unas gotas de colorante rojo, azúcar blanco y un recipiente de plástico con tapa, conseguí azúcar rosa!!!